sábado, 16 de mayo de 2009

Carlos Castilla del Pino retorna al olivo.

"Entre muchas de las posibilidades del mirar está la de amar lo mirado. La mirada confiere al objeto amado (persona, animal, objeto propiamente dicho, paisaje, etc) atributos no imaginados hasta ese momento. Los que amamos el olivo sabemos que cada uno, al modo de los seres humanos, es único. Basta con que lo destaquemos del conjunto o nos coloquemos bajo él. Sentimos entonces lo que cada olivo tiene de hogar, de protector, de generoso donador de los frutos de siempre."


Fragmento del prólogo que Castilla del Pino hizo a De Osuna y sus olivos,
compilación de pinturas de Juan Gómez Macías.




Hoy ha sido incinerado el sanroqueño Carlos Castilla del Pino en Córdoba, su ciudad definitiva. Psiquiatra, novelista, miembro de la Real Academia: quizá la mente más prodigiosa que haya podido dar San Roque a la humanidad en el siglo XX y aun el XXI. A la misma altura del gran Francisco María Tubino, y a la misma también de otros que se nos han ido en este año... Y es que el 2009 está dejando huérfano al pueblo de San Roque.
Carlos Castilla del Pino retorna al hogar, al protector, generoso olivo de los frutos de siempre.

1 comentario:

Marýa dijo...

Teletransportate