Además de darse al amor, se echó al monte un día. Tengo la suerte de que sea amigo mío. Lo conocí hace algún tiempo, en uno de los actos del Aula de Literatura José Cadalso.
A su último libro, Paisaje para un ciego, pertenece el poema que transcribo. Recientemente ha aparecido en Las afinidades electivas una reseña biográfica y algunos poemas suyos.
Lo dicho: Ismael Cabezas. Conciencia de clase. Un excluido.
C O N C I E N C I A D E C L A S E
Cuando se trata de la forma lingüística,
Platón camina junto al porquero de Macedonia,
y Confucio con los salvajes cazadores de cabezas de Assam.
EDWARD SAPIR
Para Jorge Riechman.
Cuando acudí a una cita
con el catedrático de Semiótica
de una prestigiosa universidad,
preferí permanecer charlando
y fumar un cigarrillo
con la limpiadora del departamento
olvidando la exégesis de mis poemas,
cualquiera de las editoriales de moda
publica una novedosa antología
de nuevas voces poéticas,
subrayé los versos de un repartidor
de pizzas que hablaba de la temperatura
del asfalto a las dos de la tarde
y las lágrimas que había vertido
a solas en el destartalado almacén,
suelo conversar con el camarero
de un bar de mi barrio
cuya camisa blanca huele a fritura
de pescado y necesita un corte de pelo,
tiendo a aconsejar los materiales
más resistentes y de mejor precio
a ancianos que lucharon por la República
y suelen tener un bolígrafo y unas recetas
de color rojo asomando por el bolsillo
de camisas viejas y pasadas de moda,
delantales manchados de sangre
cuando aún es de noche
y el frío saja la piel del rostro,
primeras voces de la mañana,
sin duda, sé donde están los míos.
ISMAEL CABEZAS, Paisaje para un ciego. FMC Luis Ortega Bru, Colección Abalorios, 2008.
1 comentario:
Nunca encontrare un modelo mejor que tu :)
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