viernes, 12 de septiembre de 2008

Carlos Álvarez.

Carlos Álvarez (1933) es un poeta infravalorado. Y es que cuando la poesía deja de dar su voz a un movimiento social, cuando los poetas dejan de dar su voz a una resistencia como lo fue la antifranquista y muere el ideal, nadie habla de aquellos poetas sociales, de aquellos poetas que pasaron decenas de años en las cárceles de España. Aquellos poetas que lanzaron soflamas en las huelgas, que gritaron incendiarias ideas en mor de un sistema más humano. Cócteles de música.

Por eso, cuando acudió al Aula de Literatura "José Cadalso" de San Roque, en Cádiz, y recitó sus poemas -necesariamente políticos-, fue un acto de justicia. Qué menos que eso.

Y más bello fue aún saber, y esto deberían entenderlo aquellos jóvenes de entonces, que aquellas canciones clandestinas de Elisa Serna y demás cantautores, eran los poemas de un hombre dado a unas ideas primordiales. Hasta hoy.


POÉTICA AL ESTILO DE ESPRONCEDA

No sé esculpir el verso, pues prefiero
la paloma que vuela a la que mira
su graciosa silueta cincelada
sobre un rico cristal.

Palabras en reposo no las quiero,
ni la belleza estática me inspira;
me gusta la que colma, derramada,
su cauce natural:

el grito de liberación del río
que invade el mar; el bosque cuando canta
su agreste sinfonía a toda orquesta;
la euforia del volcán...

y vuela desbordado el verso mío
para el hombre que lucha y que levanta,
sin que le estorbe el miedo, su protesta
con los que piden pan.

De los jardines mágicos, dolientes,
bañados por la luna y por el frío,
de indolente belleza refinada,
no brota mi canción...

delante del rosal, indiferentes,
corren mis pensamientos como un río...
mas nunca desatienden la llamada
que angustia el corazón.

Y así son las palabras que os entrego,
dictadas por el ansia y la certeza
que un día vendrá para el hermano
que hoy sangra de sudor...

palabras que os entrego con un ruego:
que las tiréis si, bajo su corteza,
no tropezáis con la caliente mano
rendida del amor.


Carlos Álvarez. Tercera mitad. Antología poética. Editorial Eneida. 2007.


De izquierda a derecha: servidor, el poeta Ismael Cabezas (el único, junto a Carlos, que sabe cuándo mirar), Carlos Álvarez, el pintor y poeta Juan Gómez Macías y el escritor Antonio Pérez Girón. Y digo escritor porque toca todos los palos.

La fotografía fue tomada después del acto, después de que me firmara el cuadernillo que publica el Aula y la reedición de su libro Versos de un tiempo sombrío (Editorial AlfaSur), escrito en la cárcel y publicado en 1976.

Aquella fue una buena noche; ya sabremos por qué -espero. Un cóctel de música. Seguro que hablo más de Carlos Álvarez. Qué menos.

Y de sus hermanos.