viernes, 12 de septiembre de 2008

Un poema de José Ángel Valente.


EL ADIÓS

Entró y se inclinó hasta besarla
porque de ella recibía la fuerza.

(La mujer lo miraba sin respuesta.)

Había un espejo humedecido
que imitaba la vida vagamente.
Se apretó la corbata,
el corazón,
sorbió un café desvanecido y turbio,
explicó sus proyectos
para hoy,
sus sueños para ayer y sus deseos
para nunca jamás.

(Ella lo contemplaba silenciosa.)

Habló de nuevo. Recordó la lucha
de tantos días y el amor
pasado. La vida es algo inesperado,
dijo. (Más frágiles que nunca las palabras.)
Al fin calló con el silencio de ella,
se acercó hasta sus labios
y lloró simplemente sobre aquellos
labios ya para siempre sin respuesta.


José Ángel Valente. El fulgor. Antología poética (1953-1996). Selección de Andrés Sánchez Robayna. Galaxia Gutenberg. De A modo de esperanza (1953-1954).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Oiiii que sorpresa ver mi pie!

:) aii shiterrroooouuu

Marýa dijo...

Porque sale anonimo?? soy yoooo

Rubén Pérez Trujillano dijo...

qué torpe que eres...